"Como tengo la fuerza y los instrumentos, tengo que usarlos".

"Hay mil formas de prisión, pero sólo una forma de libertad" es una frase del rapero Emicida que traduce la esencia de Gabriella, nacida y criada en Río de Janeiro, la estudiante de Derecho en la UFRJ tiene 20 años y es profesora, pasante en Pinheiro Neto y actúa en el Frente Estatal por la Desencarcelación de Río de Janeiro. Lleva la libertad en el corazón y lucha por verla en el mundo junto con su pueblo. Tiene la misión de seguir los pasos de Luis Gama, que liberó a más de 500 personas esclavizadas, y en su camino sólo quedan 498 vidas libres.

El papel de la educación en la trayectoria de cada individuo es extraordinario. Gabriella es el ejemplo perfecto. Al ser hija de maestra, esta herramienta siempre estuvo presente en su vida. Fue becaria Ismart y acompañó a su madre en sus clases, dando lecciones a otros niños desde que era pequeña. Pero su impacto no se limitó a la educación. Ya tenía una mirada altruista y participaba en acciones solidarias como repartir ropa y comida a personas sin hogar. Fue entonces cuando empezó a reconocer que los problemas que veía en la sociedad eran estructurales, y hoy su lucha es cambiar esta realidad combatiendo las raíces de estos problemas.

LALA llegó a su vida a través de la conexión con personas de la red que tenían propósitos como los suyos. Se inscribió y participó en BLB7 en São Paulo, la clase con más gente negra, que fue una gran experiencia de aprendizaje en comunidad y ancestralidad. En el Bootcamp pudo verse mejor a sí misma, darse cuenta de cuáles son sus pasiones, su meta y su misión, y conectar con su pasado. Vio que estaba aprisionada por varios marcadores sociales, lo que hizo que se convirtiera en alguien totalmente en contra de las prisiones. Dentro de la comunidad LALA, fue aprobada para la Academia 2021 y desarrolló AfroFund (@afrofund_), una iniciativa de financiación para jóvenes líderes negros. Aquí se permitió y se dio cuenta de la importancia de la vulnerabilidad, la sensibilidad y la escucha activa, que están presentes en su vida hasta hoy. Como profesora, es consciente de la importancia de una educación liberadora que valore el cuerpo, la cabeza y el corazón, palabras que para ella conectan con el formato educativo de LALA.

Su esencia emana poder, transformación y cuidado. Entre sus actividades favoritas, hay espacio para el autocuidado, reconocido por ella como una forma de autoliberación, reiterando la importancia de estar bien para enfrentar los desafíos contemporáneos, también como una forma de resistencia, ya que entre toda la desigualdad, la salud también es uno de los puntos desatendidos para la población negra.

Libertad. Una palabra que para algunos nunca ha sido un obstáculo, pero que para otros significa el derecho a vivir y a poder caminar por la calle. Gabriella lleva en el pecho la urgencia de acabar con las prisiones, lo que lleva a la autoliberación y a la liberación de los suyos: "Muchas cosas intentan aprisionarme, minar la poca libertad que tengo, pero yo siempre hago el movimiento contrario, y comprendo que la libertad para mí nunca existirá realmente mientras mis hermanos y hermanas negros no sean libres también.

Esta lucha por la libertad parte del reconocimiento de los problemas estructurales de la sociedad, de la desigualdad racial como enfermedad social y de la necesidad de que todos se comprometan en la lucha contra este mal social. En la dicotomía entre su sueño de ser madre y el miedo a perder a su hijo por culpa del racismo, ¡quiere ver a las familias negras vivas y felices!

La voz y la lucha de Gabriella llegan como un ruiseñor que aporta gran poder y transformación. Ella deja el mensaje de Emicida, "Todo lo que tenemos, somos nosotros", haciendo justicia al sentido de comunidad y unidad que existe dentro de LALA y más allá, junto con la fuerza para cambiar el mundo. Estamos inmensamente agradecidos por su existencia, presencia y colaboración, y nos inspiran las vidas de las 500 personas que serán libres gracias a ustedes.

Estas historias son escritas y editadas por el Storytelling Team, un equipo liderado por antiguos alumnos que recopila historias con el objetivo de reconocer y celebrar el maravilloso trabajo que los voluntarios, el personal y los antiguos alumnos hacen para LALA y también mostrar cómo la organización ha impactado en sus vidas.

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