Conversación con Rocío Juscamayta sobre la evolución del papel de los jóvenes agentes de cambio en LALA

"El único factor que determina el éxito de una sociedad es el porcentaje de agentes de cambio que hay en ella".

Le encanta la palabra extra, y no, no el tipo de personalidad. Le encanta "extra" como aquello que convierte algo ordinario en extraordinario. Ella es Rocío Juscamayta, 51 años, autoproclamada independiente y madrugadora (a veces...), y quien, como abogada, empresaria y madre de dos hijos, ha visto el gran potencial que tienen los jóvenes en América Latina cuando son acogidos por una comunidad amorosa que les enseña a convertirse en auténticos y extraordinarios agentes de cambio. Para ella, es increíble ver la inmensidad de información valiosa que los jóvenes tienen ahora, ya que pueden encontrar de todo, desde TikTok hasta posts de Instagram o cuentas de Reddit. Por eso, a pesar de las típicas exageraciones hacia nosotros, la "mini gente", dice que los jóvenes tienen que defender el cambio que necesitan hacer. En 2022, probablemente nadie podrá hacerlo como ellos.

Desde niña, Rocío creció en el seno de una familia peruana de carácter y corazón fuertes. Lo demuestra con orgullo al relatar el momento en que su madre emigró de la provincia de Perú a la capital. Asimismo, el coraje de su corazón cuando tuvo que trabajar desde los 10 años para cubrir los gastos familiares. Y se animó cuando las despedidas llegaron más rápido de lo esperado, pero tuvo que aceptarlo para ver a su familia tener un futuro mejor. 

Como abogada y agente inmobiliaria de éxito en que se ha convertido, Rocío también busca ahora un nuevo lugar donde expandir su futuro proyecto de impacto: el metaverso. "Deseo establecer una empresa u organización dentro del metaverso que me permita abogar por mis clientes, crear contratos digitales y regir la convivencia armoniosa en este nuevo mundo virtual. Además, me gustaría aprender de los chicos de esta nueva generación, que aportan una nueva visión sobre cómo actuar y combinar el sector legal y el tecnológico", explica elocuentemente este joven de 51 años.

Si hablamos de contribución, esto no se parece en nada a lo que suele ocurrir en LALA. Su primer contacto con la organización comenzó cuando su hija asistió a un campamento de LALA. Su hija, una LALíder del campamento VLB6, le enseñó todo lo que había aprendido y experimentado después de lo que ella describe como "las mejores dos semanas y lo mejor de su año", y Rocío quedó fascinada. Afirma: "Las lecciones que LALA enseñó a mi hija son lecciones que también me inculcó a mí. Fueron tan valiosas que empezamos a cuestionarnos nuestro papel en la sociedad, y ahora queremos hacer juntas un proyecto juvenil que deje huella en ella".

La comunidad de LALA agradece infinitamente la contribución de Rocío al impacto de nuestra organización y la huella que dejará en LALA. Le deseamos a Rocío la mejor de las suertes en este extraordinario viaje y esperamos que continúe construyendo un mundo más igualitario y justo. ¡Gracias, Rocío! Mucho éxito y todo lo mejor para ti siempre.

Esta historia ha sido escrita por Andrea Alarcón, miembro del Equipo de Cuentacuentos de LALA.

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