Entrevista con Alfredo Neto, que regresó de EE.UU. decidido a mejorar el acceso al aprendizaje de idiomas en su ciudad
En la pequeña ciudad de Passira, en el campo de Pernambuco (Brasil), Alfredo Neto reflexionaba sobre los próximos pasos en su viaje educativo. " Es un pueblo tan pequeño que no tenemos centros comerciales ni cines, así que la gente se reúne en la plaza principal", explica Alfredo. "Pero tampoco tenemos lugares para aprender idiomas, y mis padres no podían permitirse darme clases particulares de idiomas, pero aunque pudieran, la más cercana estaba a 30 minutos, en otra ciudad".
Alfredo reconoció tanto la importancia de tener acceso a este tipo de clases como la trascendencia de que los estudiantes de toda su ciudad se quedaran fuera de esta oportunidad. "Desde pequeño supe que aprender un nuevo idioma me abriría muchas puertas, así que empecé a aprender inglés con los pocos recursos que tenía, como utilizar la biblioteca pública, donde pasaba las noches aprendiendo inglés."
Con esos conocimientos, Alfredo se presentó a un programa estatal que concede becas completas a estudiantes de secundaria para pasar un semestre en institutos de habla inglesa de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia e Inglaterra. Para conseguir una plaza en el programa Win the World, tuvo que hacer muchas pruebas y competir contra chicos de todo el estado, pero fue uno de los premiados y pudo pasar un semestre en Tampa Bay, Florida. "Fue una experiencia alucinante desde el principio porque era la primera vez que me subía a un avión", dijo Alfredo. "Me sentí todo el tiempo como si estuviera en una película que solía ver cuando era más joven rodeado de todos esos estudiantes estadounidenses y los autobuses escolares amarillos".
Pero también empezó a notar problemas, como la enorme desigualdad de ingresos. "Al llegar a Estados Unidos, me enfrenté al reto de conciliar las marcadas diferencias sociales entre mi nuevo entorno y el lugar del que procedía. En el Lennard High School de Florida, los alumnos viajaban al extranjero durante las vacaciones y aparcaban coches caros en su propio aparcamiento. En Brasil, caminaba todos los días para llegar a la escuela".
Cuando regresó a Brasil para cursar su último año de instituto y la gente se dio cuenta de la vasta experiencia y los galardones que Alfredo había acumulado, empezaron a presionarle para que abandonara Brasil para obtener una buena educación universitaria y hacer algo por sí mismo. Pero Alfredo estaba en conflicto, sentía que sería egoísta preocuparse sólo de sí mismo e ir a la educación superior sin compartir la riqueza de conocimientos que ahora poseía. " Volví de Estados Unidos con la fuerte sensación de que tenía una responsabilidad social con mi comunidad", dice Alfredo, "así que cuando la gente me empujaba a ir directamente a la universidad después de la escuela, yo decía: 'Bueno, no, eso no es algo que quiera hacer ahora mismo, en realidad'. Hay tanta gente con talento en mi comunidad, pero se están perdiendo grandes oportunidades, como LALA, pero no saben inglés y se las están perdiendo. Supe que quería devolverles los conocimientos y la experiencia que aprendí en Estados Unidos y ayudarles".
Cediendo a la presión, solicitó y fue aceptado en el Programa de Fondos de Oportunidad, que proporciona ayuda y apoyo a Postular para las universidades estadounidenses. A pesar de esforzarse ciertamente poco en su Postulación, fue admitido y finalmente aceptado en varias universidades de Estados Unidos. Aun así, sabía que algo no iba bien y que quizá no estaba en el lugar adecuado. " Empecé a tener ataques de ansiedad y a sentirme fuera de lugar, y eso solía ser muy difícil de admitir para mí, pero ahora puedo hablar de ello libremente porque me llevó a este viaje de autoconocimiento, espiritualidad y exploración en el que me he embarcado desde entonces, y ahora entiendo mucho mejor mi misión y mi propósito, y no tiene nada que ver con lo que la sociedad esperaba que hiciera", dijo Alfredo.
Quería que otros tuvieran las mismas oportunidades que él. Fundó el Proyecto Voluntad de Aprender Idiomas en su comunidad, y con el tiempo incluso consiguió el apoyo de su alcalde mientras enseñaba a estudiantes que tampoco podían permitirse clases de idiomas como él. Pero cuando algunos estudiantes empezaron a abandonar, se dio cuenta de que muchos de ellos eran como él y sufrían ansiedad, falta de confianza y se sentían fuera de lugar, como Alfredo cuando estudiaba en Florida. "Fue un momento duro, pero también me permitió explorar más de mí mismo, por lo que me relacioné mucho con mis alumnos, y hablé con mi equipo sobre la incorporación del aprendizaje socioemocional y el autoconocimiento en nuestras enseñanzas", dijo Alfredo. "A través de esto, empezaron a reflexionar aún más sobre lo que realmente querían hacer, y a separarlo de lo que la sociedad esperaba o quería que hicieran".
Alfredo decidió olvidarse de la universidad por ahora y seguir el camino que había elegido para mejorar su comunidad. Formará parte de la cohorte de la Academia 2020 en un esfuerzo por mejorar su capacidad de liderazgo y el funcionamiento de su empresa, con la esperanza de seguir mejorando la vida y las posibilidades de quienes le rodean en Passira y más allá.