El superpoder de ser un joven líder en una comunidad

Conozca a Maricielo Zamora. Desde muy joven se comprometió a proporcionar una educación accesible y de alta calidad a las comunidades más desfavorecidas de Perú. Sin embargo, en su camino para convertirse en un agente de cambio, se encontró con un obstáculo complejo: ser "demasiado joven". Sin embargo, Maricielo descubrió que esta "desventaja" es en realidad su superpoder como joven líder.

"Los jóvenes no somos la esperanza de mañana; somos la acción de hoy".

Desde muy pequeña, incluso antes de saber leer, desordenaba la biblioteca de su padre e imaginaba historias fantásticas que le enseñaron que podía conseguir cualquier cosa, siempre que se guiara por su espíritu bondadoso, altruista y elocuente.

Entre los libros, encontró las palabras "agente del cambio", que representaban el compromiso voluntario de utilizar la propia voz para crear un mundo mejor. Esto encendió en ella una llama motivadora que le hizo creer que, una vez mayor, tras estudiar y encontrar un trabajo, podría embarcarse en su viaje hacia el activismo social.

Aunque Maricielo aparcó este objetivo, su implacable coraje brillaba cada día en la escuela mientras ayudaba a los demás y se esforzaba por dar lo mejor de sí misma en cada proyecto. Durante la pandemia, un profesor se fijó en estas cualidades y la invitó a participar en una conferencia virtual. Los adultos hicieron recaer en los jóvenes la responsabilidad de los problemas actuales de Perú, y los de su edad, como Maricielo, respondieron con pasión, conocimiento y seriedad a estos temas "maduros", demostrando con sus propias acciones un compromiso voluntario con el desarrollo de su país.

Dudó en participar en el debate, sintiéndose insegura sobre el valor de sus aportaciones, pero al final alzó la voz y sintió un inmenso orgullo al dar el primer paso hacia su objetivo personal: mejorar la educación de los jóvenes peruanos.

Aquel día, Maricielo aprendió tres lecciones fundamentales:
  • No existe el momento perfecto -ni en términos de edad, ni de preparación académica o profesional- para empezar a cambiar el mundo. Los retos del mundo no son responsabilidad exclusiva de los adultos, sino también de todos los que creen en el poder del cambio, incluidos los jóvenes, que no deben ser ignorados ni silenciados.

"Hay un estudio que explica que el 87% de los jóvenes no se sienten escuchados ni valorados por quienes ostentan el poder, lo que ahoga sus sueños y genera pensamientos negativos como: No soy nada en la vida".

  • El liderazgo juvenil significa que aunque haya tormentas y obstáculos que intenten derribar nuestra pequeña barca, nuestros sueños, hay un faro de luz que ilumina nuestro verdadero potencial para actuar ahora hacia nuestros objetivos.

"Hazlo con miedo".

  • No estamos solos contra el mundo. Al igual que esas personas desconocidas animaron indirectamente a Maricielo a participar en la conferencia, los jóvenes debemos apoyarnos mutuamente para superar los obstáculos que podamos encontrar en el camino.

La joven activista expresa que formar parte de la familia LALA profundizó estos aprendizajes. Se dio cuenta del increíble potencial de los jóvenes activistas de la organización y comprendió que tanto los obstáculos a los que se enfrentan como las historias de cada individuo contribuyen positivamente al presente y hacen avanzar colectivamente el esfuerzo por transformar nuestra sociedad de cara al futuro.

Maricielo también destaca que para cambiar el mundo, primero hay que cambiarse a uno mismo. Tras sumergirse en el mundo del activismo, se involucró en cuatro organizaciones simultáneamente. Junto con sus responsabilidades escolares y personales, se sentía abrumada y agotada, pero no quería abandonar el camino de liderazgo que estaba construyendo. "Puedo con todo, pero no con todo a la vez, y eso está bien".

Esto no significa que renuncie a su objetivo, sino que necesita aprender a manejar su propia tormenta antes de enfrentarse a las tormentas del mundo.

Por último, al igual que Maricielo infunde magia a sus cuadernos de unicornio y a su determinación de dejar huella en la educación de Perú, nos recuerda el poder que surge de ser jóvenes, ser líderes y estar unidos por el propósito común de transformar el mundo. Levantarnos cada mañana para cumplir con nuestras obligaciones, trasnochar para ser parte de algo más grande, o alzar la voz por quienes no pueden, son los mayores superpoderes que cualquier agente de cambio puede poseer, y Maricielo usa con orgullo estos poderes para el futuro que imagina para Perú.

Esta entrevista fue programada por Ana Caroline Pereira dos Santos, escrita por Sofia Alexandra Benitez Colmenarez y editada por Elizabete Fernandes. Forman parte del Equipo Voluntario de Producción de Medios de LALA.

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